A la hora de echarse a correr, posiblemente el elemento más importante, aparte de ti mismo y tus propias ganas, son las zapatillas de running. En el mercado existe una amplia variedad de marcas, modelos y precios, cada una adaptada a las características de un cierto tipo de corredor.

Seguramente el rasgo distintivo más importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir es el tipo de pisada de cada corredor. A partir de él, cobran sentido las diferentes características de una playera de running:

Estabilidad

Durante el proceso de contacto, apoyo y lanzamiento del pie en el suelo, pueden ocurrir varias cosas en función del tipo de pisada que tenemos. Así, un corredor sobrepronador tiende a girar excesivamente el tobillo hacia adentro para absorber el impacto, lo que conlleva un apoyo excesivo de la parte interna del pie sobre el suelo. Un corredor neutro apenas girará el tobillo hacia adentro,  lo de forma mucho más leve, y un supinador realizará el movimiento contrario.

El concepto de estabilidad en una zapatilla de correr hace referencia a los materiales y tecnología que incorpora para favorecer ese proceso natural de pronación. Normalmente esta función suele ser realizada por láminas planas, rígidas y delgadas, situadas por debajo de la suela. Suelen ser de fibra de vidrio, kevlar, o grafito, y cada fabricante suele darle su nombre identificativo; así, por ejemplo, Adidas habla de “Torsion”, Mizuno de “Wave” o Asics de “Trustic”, entre otros. Aunque su aportación pueda no parecer muy importante, pueden evitar multitud de lesiones por torsión como los esguinces de tobillo.

Amortiguación

La amortiguación es un concepto fundamental para una zapatilla de running, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de carreras y entrenamientos se efectúan sobre superficies duras como el asfalto. Esta es la característica que más solemos notar en una zapatilla, y es la que más sufre con el paso de los kilómetros. Al objeto de incrementar el máximo posible el coeficiente de amortiguación, cada marca recurre a diferentes tecnologías. Así, Nike utiliza su archifamosa tecnología AIR, que no es sino una cámara de aire situada en la mediasuela; ASICS utiliza GEL, que como su propio nombre indica es una sustancia gelatinosa que se introduce en la zapatilla. Adidas usa ADIPRENE, y en general cada marca la suya propia, siendo los modelos más económicos de EVA. En todos los casos, el paso de los kilómetros hace que los sistemas de amortiguación se degraden y sea necesario sustituir las zapatillas.

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Control del movimiento

Cuando se ha hablado de estabilidad ya se ha comentado que el movimiento natural del pie es hacia la pronación (excepción hecha de los supinadores), que es un movimiento que además busca absorber los impactos de la mejor posible. El problema viene cuando ese movimiento de pronación es excesivo, bien por circunstancias genéticas del corredor que le afectan desde el primer momento, o bien porque, incluso en el caso de corredores neutros, tienden a pronar de forma excesiva cuando el cansancio hace su aparición. Sea cual fuere el modo en que la sobrepronación aparece, el control del movimiento es una característica incorporada en algunas zapatillas que busca corregir esta tendencia para que el pie no prone de forma excesiva.

 Este control suele ser llevado a cabo mediante “postes internos”, de mayor o menor tamaño y dureza y normalmente va coloreado en gris, siendo la intensidad del color proporcional al grado de dureza. Así, cuando el pie quiere irse hacia la sobrepronación, encuentra esa “cuña” que le devuelve de nuevo a una posición más natural.

En función de la dimensión de ese poste interno, entre 2 y 8 centímetros hablamos de control de pronación leve y desde 8 hasta 16 centímetros podría considerarse control máximo de pronación.

 asics poste

En ocasiones, para potenciar el efecto antipronador, algunos fabricantes incluso optan por utilizar elementos como contrafuertes de plástico o de fibra de carbono/vidrio.

 Elección de las zapatillas de running

Una vez que tenemos claras las características que nos ofrece una zapatilla, combinándolas con nuestro tipo de pisada tendremos la posibilidad de realizar una elección juiciosa y sensata:

Zapatillas para un corredor de pisada neutra

Este tipo de pisada suele ser el más eficiente y menos proclive a lesiones. Como tu pronación es moderada, es decir, la más natural, tu abanico de elección es amplísimo ya que la mayor parte de zapatillas del mercado son aptas para este tipo de corredor. Seguramente te adaptarás mejor a una zapatilla con estabilidad que proporcione un apoyo del arco moderado (o estabilidad media). Si eres un corredor ligero, incluso puedes preferir una zapatilla de competición que ofrezca algo de apoyo pero menos peso, para lograr una sensación de mayor rapidez. No hace falta buscar zapatillas que proporcionen un control especial de la pronación, salvo que efectivamente en circunstancias de cansancio sí que seas un sobrepronador.

Zapatillas para un corredor de pisada supinadora

En el mercado apenas existen zapatillas diseñadas específicamente para supinadores ya que el porcentaje de corredores que se engloban en esta categoría se situa en torno al 10%. En todo caso, como su apoyo se localiza principalmente en la parte exterior del pie a todo lo largo del mismo, su zapatilla más adecuada será la de pisada neutra (sin ningún control de pronación, ya que produciría el efecto contrario) pero con una gran amortiguación, ya que así podrá corregirse la inclinación natural de la supinacion.

asics supinadores

En estas zapatillas ASIC podemos apreciar amortiguación a base de GEL tanto en la parte trasera como delantera, por lo que serían adecuadas para supinadores.

Zapatillas para un corredor de pisada pronadora

Si tu pisada es pronadora, necesitas zapatillas con gran estabilidad y mecanismos de control de movimiento para corregir la hiperpronación.

Por norma general, si eres un corredor alto y pesado (más de 75 kilos) también necesitarás zapatillas con control de movimiento ya que el impacto reiterado y la gravedad van a fomentar el derrumbamiento de la bóveda plantar.

Como ves, la elección de una buena zapatilla se simplifica mucho si se conocen los conceptos más importantes, y una elección fundada puede hacernos ahorrar dinero, haciendo que elijamos una zapatilla adecuada que no se quede en el armario, y disgustos, ya que correr con un calzado no adecuado es decisivo a la hora de la aparición de las siempre inoportunas lesiones.